París...

Dicen que desde el cielo una ciudad se ve más bonita.
Ella opina que desde el cielo una ciudad simplemente se ve en su inmensidad.
Una ciudad grande, como París, esconde entre sus calles, en cada esquina grandes historias que a lo mejor nunca serán contadas. Si mira esas calles desde el cielo esas historias, aunque se vean más pequeñitas, se pueden imaginar.
Y cuando ella subió al cielo y miró hacia la ciudad, se vió a si misma entre las calles. Se reconoció a sí misma en aquel mundo que quería gobernar. Notó como su sombra se inclinaba para acariciar sus edificios, arropar su rio...
Elegante y grandiosa se alza ante los ojos de miles de personas que le observan a diario. Soberana de París, de sus jardines, de sus fuentes...Reina de un mundo que no ha olvidado y al que sabe que pertenence.